El 18 de Septiembre de 2010 cumplía mis quince años, era el momento más esperado de mi vida, parece mentira que haya pasado tanto tiempo desde entonces...
Escucho la canción, esa canción con la que hice mi entrada, ese momento se me ha quedado grabado. Mi brazo rodeaba el de mi padre que me ayudaba a subir las escaleras hacia el salón principal, mi vestido era el indicado, me sentía una princesa de los pies a la cabeza, mi pelo alborotado estaba recogido al lado con unos adornos de perlas preciosos, era la primera vez que me sentía guapa.
Subí despacio las escaleras al escuchar mi canción, no quería que ese momento se acabara nunca. En lo alto de las escaleras me esperaban las personas más importantes de mi vida, con una margarita amarilla, mi flor preferida.
Todavía recuerdo sus expresiones al verme, con un vestido blanco de princesa y más radiante que nunca.
Ya se me escapaban las primeras lágrimas al soltar el brazo de mi padre para abrazar a mis amigos. A medida que iba cruzando ese pasillo de flores, me iba dando cuenta que estaba cambiando, estaba dejando atrás a la niña y con cada paso que daba me hacía más mujer.
Nunca había sentido esa sensación, la sensación de que era yo la protagonista, todas las miradas se dirigían hacia mi.. y eso me encantaba.
Recuerdo como temblaba de los nervios que recorrían todas las partes de mi cuerpo.. es una sensación que nunca se espera alguien sentirla, hasta que la sientes.
Esa noche llena de emociones fue, es y será sin duda la noche más increíble de mi vida.
